¡Que viva la lectura!

Por Iciar Irurtia Orzaiz
Hace apenas unos días celebramos la lectura. Felicitamos a autores, autoras, editoras, editores, contadores y contadoras de historias y cuentistas. Y brindamos con los y las amantes de la literatura, con todos y todas las que disfrutan con un libro entre sus manos y con los y las que sueñan con historias maravillosas, fantásticas o misteriosas. El 23 de abril festejamos el día del libro. Una jornada dedicada a la lectura, la imaginación, la literatura y la cultura. TDA ,Asociación Tdiferencia proyección y formación teatral, sabe mucho de eso. De contar historias, escenificarlas, contarlas, sentirlas y transmitirlas Y de hacerlo desde el respeto, la igualdad, la tolerancia y la solidaridad. Por eso, hace dos veranos, TDA llenó la furgoneta de libros y de mucha ilusión y recorrió Navarra contando historias. En euskera y en castellano.
«Hablamos de lo que compartimos como sociedad, de qué significa que algo sea de todos»
Ainhoa Ruiz, TDA
Fue durante los meses de julio y agosto de 2021 cuando Aluna -a bordo de una furgoneta serigrafiada para la ocasión- se lanzó a las carreteras navarras. Repleta de libros, juegos, cuentos e historias y de ilusiones, emociones y grandes objetivos. La leona Aluna consiguió despertar la curiosidad, acercar la lectura y fomentar la igualdad, el respeto, la integración y la tolerancia en ocho localidades navarras. El proyecto «Leer y jugar con Aluna», que contó con el apoyo de la Fundación Caja Navarra, se puso en marcha con el fin de llevar el juego tradicional en grupo, la actividad cultural y la lectura a localidades que ven incrementada su población infantil en la época estival. Gracias a Aluna, TDA también pudo hablar a los niños y a las niñas sobre igualdad y tolerancia, trabajar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y fomentar el cuidado del bien común. « Con el préstamo de libros y de juegos, que debían cuidar, pusimos hablar de lo que compartimos como sociedad, de qué significa que algo sea de todos «, apunta Ainhoa Ruiz, de TDA.
La actividad desarrollada en las localidades navarras -Mañeru, Erro, Arizala, Azagra, Lodosa, Valtierra, Beire y Etxarri- se organizó en dos sesiones y contó con la colaboración de personal municipal, técnicos y técnicas de igualdad, de cultura o responsables de campamentos urbanos. En la primera, tras la presentación a través del juego, se iniciaba una sesión de cuenta cuentos -que abordaba temas de igualdad- y se completaba con la creación de un cuento nuevo. A la apertura de la biblioteca-ludoteca móvil le seguían las dinámicas en grupo -en las que se trabajó la empatía, la tolerancia o la solidaridad- y se les proponía la creación de un proyecto creativo -baile, teatro- para su muestra la semana siguiente. La segunda sesión comprendía la exhibición de las actividades creadas por los niños y las niñas a lo largo de la semana y la recogida de los libros de préstamo. « La situación sanitaria que se vivía nos obligó a modificar algunas propuestas del proyecto.. Los niños y las niñas no pudieron intercambiar los libros ni ojearlos en la biblioteca. Y, una vez devueltos, se desinfectaban y se ponían en cuarentena», cuenta Ainhoa Ruiz.











